Vinos de Galicia

Monterrei, Rías Baixas, Ribeira Sacra, Ribeiro y Valdeorras son las cinco Denominaciones de Origen existentes en Galicia, un sello de calidad que distingue a los vinos gallegos por su sabor, su salubridad y, tal y como indica el término, por su origen autóctono, ya que en la mayoría de los casos se trata de variedades que no existen en otros lugares del Mundo.

Son cinco Denominaciones diferenciadas por el clima, por el tipo de suelo y, sobre todo, por las distintas variedades de uva empleada en su elaboración.

Galicia cuenta además con tres indicaciones geográficas «Viños da Terra» que abarcan a las zonas de: «Terra de Barbanza e Iria», «Terra de Betanzos», «Terra Val do Miño – Ourense» y «Ribeiras do Morrazo».

También los destilados gallegos están amparados bajo las Indicaciones Geográficas de los Aguardientes y Licores Tradicionales de Galicia.

Para competir en un mercado internacional ocupado por las grandes cadenas empresariales con gran volumen de producción, las bodegas de volumen limitado, como es el caso de la mayor parte de las empresas gallegas, recurren a la selección de determinados mercados, primando criterios de calidad y el posicionamiento en el segmento «Premium» a precios competitivos.

La viticultura que se ha constituido en el motor de dinamización integral del rural gallego en donde la tradición de siglos cultivando variedades autóctonas se conjuga ahora con la modernización de las empresas y la apuesta de estas por la innovación, la investigación y el asesoramiento, para optimizar sus resultados y calidad. Galicia se constituye de esta forma en una de las zonas donde la gama de vinos ofrece una mayor riqueza para el consumidor.

La Producción en Galicia

En Galicia, más de 18.000 viticultores trabajan de forma independiente o a través de alguna de las bodegas y cooperativas adscritas a estas cinco denominaciones de origen.